Escobillas del coche: cómo cuidarlas cuando sopla la calima

En Canarias, sabemos muy bien lo que es vivir con la calima. Esa niebla cargada de humedad y partículas de arena que viene del desierto no solo baja la visibilidad, sino que también pasa factura a nuestro coche —y especialmente a las escobillas del parabrisas.

En El Paso 2000, queremos ayudarte a evitar sustos al volante. Por eso te explicamos por qué la calima afecta tanto a tus escobillas y qué puedes hacer para que duren más tiempo y sigan trabajando al 100%.

Por qué se estropean antes las escobillas con la calima?

Cuando llega la calima, el aire se llena de partículas finas de arena y polvo. Estas partículas se depositan sobre el parabrisas y, aunque parezca algo sencillo de limpiar, suelen quedar atrapadas entre el cristal y la goma de las escobillas.

Con cada pasada, esa arena actúa como una lija, provocando microarañazos en el caucho de las escobillas y desgastándolas mucho más rápido de lo habitual. Además, el sol intenso de Canarias también contribuye a endurecer el material de las mismas, haciendo que pierdan flexibilidad y adherencia.

El resultado: una limpieza deficiente del parabrisas, manchas, ruidos molestos… e incluso riesgos graves en días de lluvia o con poca visibilidad.

Señales de que ya es hora de cambiar las escobillas

¿Cómo saber si ya hay que sustituir las escobillas? Aquí van algunas pistas:

– Dejan rayas o zonas sin limpiar al usarlas.

– Hacen ruido al barrer el cristal.

– La goma está agrietada o deformada.

– Saltan o se mueven de forma irregular al accionarlas.

Si notas alguno de estos síntomas, no lo dejes pasar: es mejor prevenir que lamentar. Y más aún si conduces en condiciones de calima, donde ver bien es clave para circular seguro.

Cómo proteger tus escobillas de la calima y el calor

Aunque no podemos evitar la calima, sí podemos tomar medidas para que afecte menos a nuestras escobillas:

1. Limpia regularmente el parabrisas

Antes de usar las escobillas, límpialas con un paño húmedo para eliminar el polvo acumulado. Así evitas que ese polvo actúe como una lija contra ellas.

2. Usa el líquido limpiaparabrisas siempre que las uses

Nunca arranques las escobillas con el cristal seco. Usa el líquido limpiador cada vez que las accionas, especialmente en días de calima.

3. Guarda las escobillas si vas a dejar el coche expuesto mucho tiempo

Si vas a dejar el coche al sol durante horas, levanta las escobillas del cristal. Esto ayuda a que no se peguen ni se dañen tanto por el calor.

4. Protege tu coche del sol

Si puedes, aparca a la sombra o usa parasoles. Reducirá el efecto del calor en todos los componentes del coche, incluyendo las escobillas.

5. Revisa su estado periódicamente

No hace falta ser experto. Basta con mirarlas y probarlas cada cierto tiempo. Si notan mal, ya sabes: toca cambiarlas.

¿Cada cuánto hay que cambiarlas?

Aunque depende del uso y las condiciones climáticas, lo recomendable es cambiar las escobillas al menos una vez al año, preferiblemente antes de la llegada del invierno. Pero en Canarias, debido a la calima y el calor, puede ser necesario hacerlo con más frecuencia.

Te recomendamos estar atento a su desgaste y no esperar a que fallen del todo. Tu seguridad al volante va por delante.

Somos conscientes de lo exigente que puede llegar a ser el clima en nuestra isla. Por eso, en El Paso 2000, ofrecemos revisiones rápidas y completas, donde comprobamos el estado de tus escobillas y te asesoramos sobre cuándo es el momento de cambiarlas.

Además, disponemos de escobillas de alta calidad adaptadas a todo tipo de vehículos y condiciones climáticas. Te garantizamos un servicio rápido y profesional.

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